Nos hacemos eco de una noticia que visibiliza la fortaleza que está adquiriendo la Agricultura Familiar en Europa del Este, y es que Macedonia ha conformado oficialmente su CNAF y uno de sus primeros pasos ha sido la realización de un estudio de caracterización de la Agricultura Familiar (en macedonio) en el país.

Compartimos además, la noticia que nos envían desde la Plataforma Rural Eslovaca (equivalente al Comité Nacional de Agricultura Familiar-CNAF), que tras un intenso proceso ha logrado que las tierras de Eslovaquia gocen de protección constitucional contra las adquisiciones especulativas, gracias al proyecto de ley constitucional aprobado por el parlamento el pasado 16 de mayo.

PLATAFORMA RURAL ESLOVACA LOGRA ENMENDAR LA CONSTITUCIÓN PARA PROTEGER SU TIERRA 

Boglarka Ivanega y Lucia Gallová

Bratislava, 10 julio de 2017.- La protección de la tierra eslovaca frente a la especulación se encuentra en buen camino gracias a una enmienda constitucional que debería garantizar dicha protección y favorecer condiciones óptimas para los jóvenes agricultores, los pequeños productores y el medio ambiente. La enmienda, aprobada por el parlamento eslovaco el 16 de mayo de 2017, es fruto de un proceso participativo estratégico y complejo iniciado y encabezado por la Plataforma Rural eslovaca (PR) desde la primavera de 2016.

El problema

La tierra en Eslovaquia está muy fragmentada. La copropiedad de tierras es un modelo frecuente en el país, donde la media de copropietarios por parcela asciende a 11,11 (Urban, 2013). Mientras que algunas parcelas tan solo tienen 2 metros de ancho y 700 metros de largo, en muchos casos la propiedad no llega a superar el metro cuadrado. Además, los terrenos de cada propietario están esparcidos por toda la zona catastral y la fragmentación extrema es algo muy frecuente, lo cual deja poco margen para su buen uso, al ser inaccesibles y estar a menudo ubicados en medio de grandes unidades agrícolas con gran número de copropietarios, hecho que a su vez impide su venta o arrendamiento (Bažík, Muchová, 2015). Esto se debe en parte al derecho sucesorio de la época imperial de María Teresa de Austria en virtud del cual, las tierras se heredaban y dividían a partes iguales entre casi todos los hijos del propietario. Durante los 13 últimos años, tan solo se ha consolidado el 12% de la tierra.

Además, a pesar de que en Eslovaquia se arriende hasta el 90% del suelo agrícola, no existe ninguna obligación formal de registrar los correspondientes contratos de arrendamiento ni de especificar su uso. Por consiguiente, en múltiples ocasiones no se sabe quién trabaja la tierra, hasta tal punto que incluso las propias autoridades locales desconocen quién gestiona los terrenos en su territorio.

Desde un punto de vista macroeconómico, las importaciones de productos alimenticios en Eslovaquia se cifran en 1.000 millones de euros. No obstante, al mismo tiempo, el país exporta muchos de sus productos primarios como los cereales, dejando en el extranjero el valor añadido del empleo y del desarrollo rural. En este complicado laberinto de cuestiones relativas a los derechos sobre la tierra, los jóvenes agricultores tienen muchas dificultades a la hora de acceder a su propiedad y de empezar a explotarlas.

La primera etapa consistía en definir el concepto de tierra, ya que su definición ni siquiera estaba recogida en la constitución. Además de esta inclusión en la constitución, el objetivo de la iniciativa era conseguir que la tierra fuera propiedad de personas físicas y preferentemente de ciudadanos eslovacos. Se trataba de un paso importante, ya que cuando la tierra pertenecía a una entidad jurídica, era sumamente difícil localizar al propietario e identificar las actividades que se llevarían a cabo en una zona determinada. Era el primer paso para poner fin a las especulaciones sospechosas sobre las tierras. Por otro lado, permitía sentar los cimientos de un entorno propicio para que los pequeños agricultores y los actores de la agricultura familiar también pudieran acceder a la propiedad.

El proceso

Una vez que todos los miembros de la PR acordaron poner en marcha el proceso, se comunicó su visión conjunta sobre la protección de la tierra a un despacho de abogados que preparó una propuesta legislativa al respecto. A continuación, se celebraron consultas con otras organizaciones agrícolas pertinentes que empezaron a apoyar la iniciativa. Tras ello, se estableció contacto con todos los partidos políticos con los que se negoció la propuesta, con exclusión del partido radical de extrema derecha. Seguidamente, la PR preparó un debate público en el marco de una conferencia sobre agricultura tras la cual, un partido del gobierno central (el Partido Nacional Eslovaco) entabló actividades intensas de comunicación con la PR. Después, el Ministerio de Agricultura organizó dos mesas redondas hasta que la PR llegó a un común acuerdo para apoyar la protección de la tierra. Tras todos estos procesos, la PR realizó entrevistas, escribió blogs acerca del tema, llevando a cabo una actividad de comunicación al respecto a nivel político, y preparó una mesa redonda en la que se presentaron declaraciones públicas comunes. Por último, al cabo de un año de arduo trabajo, 113 representantes parlamentarios votaron a favor de la enmienda constitucional.

Resultado

Como resultado de los esfuerzos desplegados por la PR, se están produciendo cambios en la constitución a nivel de lo siguiente: la tierra (tanto el suelo agrícola como los bosques) se considera un recurso natural no renovable que beneficia de una protección especial del estado y de la sociedad; y en la sección de la constitución relativa a la propiedad, donde se estipula que la tierra puede pertenecer al estado, a propietarios particulares y a empresas. Las siguientes etapas consistirán en la aportación de cambios en leyes y directivas específicas en materia de asignación de subsidios y ayudas, el registro de los contratos de arrendamiento, los derechos de uso de las tierras, así como en la enmienda de la ley sobre el registro catastral y el Código Civil eslovaco sobre las cuestiones de sucesiones.

 

En otras palabras, la lucha por la tierra es sumamente importante y las reglas del juego se esconden tras un lenguaje jurídico de difícil acceso. La Plataforma Rural ha empezado a adoptar las primeras medidas para definir la tierra y las disposiciones relativas al arrendamiento en la constitución. Actualmente, está preparando dos propuestas legislativas nuevas que se someterán a aprobación en otoño. Como se ha ilustrado, el proceso es de gran complejidad aunque no obstante, la Plataforma Rural está muy alentada por sus logros y seguirá obrando incansablemente para hacer llegar la voz de los agricultores a la mesa de negociaciones.

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