Tras la firma del Pacto de Milán, ciudades como Valencia o Vitoria-Gasteiz, entre otras, ya están avanzando en su propia estrategia agroalimentaria local.

Las agricultoras y agricultores familiares juegan un papel fundamental en el abastecimiento de alimentos a las ciudades y los territorios colindantes. Siendo en las ciudades donde reside la mitad de la población mundial, es evidente su papel clave en el desarrollo de sistemas agroalimentarios locales. La articulación de las relaciones entre el campo y la ciudad es uno de los principales retos para garantizar la alimentación de la humanidad en el futuro y mejorar el acceso a los mercados para los agricultores y agricultoras familiares.

A este respecto, cabe destacar la firma del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, (MUFPP) o, abreviado, Pacto de Milán. Se trata del primer protocolo internacional que anima a las ciudades a desarrollar sistemas alimentarios sostenibles que garanticen alimentos saludables y accesibles a toda su población, proteger la biodiversidad y reducir el desperdicio de alimentos. Hasta el momento, y desde octubre de 2015, el Pacto ya ha sido firmado por más de 140 ciudades de todo el mundo.

Cabe destacar, que el Decenio de la Agricultura Familiar también buscará el apoyo y la implicación de las administraciones locales para el impulso, y sobre todo asegurar la implementación, de políticas públicas en favor de la Agricultura Familiar en el nivel local.

VALENCIA Y VITORIA-GASTEIZ, DOS EJEMPLOS DE COMPROMISO CON LA AGRICULTURA FAMILIAR

Valencia y Vitoria-Gasteiz son solo dos ejemplos del trabajo que desde lo local se está haciendo para impulsar la Agricultura Familiar de la localidad y su entorno. Otras ciudades como Vancouver, Riga o Quito, entre otros, también han apostado por trabajar estrategias agroalimentarias locales.

El pasado octubre 2016, la ciudad de Valencia fue elegida Capital mundial de la Alimentación Sostenible 2017. La ciudad de Vitoria-Gasteiz también está trabajando en una Estrategia Agroalimentaria Sostenible, coordinada por el gobierno local e impulsada por la propia ciudadanía, con el objetivo de conectar el consumo de la población con la producción local de alimentos de calidad.  Esto supondrá incentivar la producción agroganadera del municipio e impulsar el sector primario, además de mejorar la calidad alimentaria de la población.

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